martes, 9 de diciembre de 2008

Cuando las pizarras desaparezcan...


En la era de las pantallas, el pobre encerado ha quedado relegado al polvo del olvido.
Inmersos en un mundo digitalizado, basado en ceros y unos, que tiende a deshumanizarnos.
Es increíble; tenerlo todo tan cerca... y al ser humano tan lejos.

Ya no nos bastan los cinco sentidos para conocer. Precisamos de un sexto: el PC.

Osado el que se atreva a salir a la palestra y, empuñando una tiza, realice una presentación a la antigua usanza, mientras decenas de pares de ojos le escrutan en tan épica hazaña.

Dichoso el maestro que aún cuente con su fiel aliada la pizarra; siempre tan expectante, tan ansiosa de reflejar sabiduría y conocimiento.

Pobres pizarras, pobres libros de biblioteca (pobre de su característico aroma a viejo y a cultura), que quedan supeditados a la diosa Tecnología.

-¿Soporte papel? ¡Qué arcaísmo!

Cómo añoro el cosquilleo ese que sentía el alumno en el estómago cuando el profesor lo llamaba de forma espontánea al encerado. ¡Cuán ardiente era el rubor!
Echo de menos hasta el sucio y polvoriento borrador...


Esperamos ansiosos la incorporación de super ordenadores que hagan las veces de profesores. Bienvenidos a la era de la digitalización.

1 comentario:

Bori dijo...

Joder, dicho así parece algo malo. La UPV no tiene presupuesto, pero en las pizarras digitales pues tanto escribir con rotulado como usar el ordenador.

Y en cuanto a los libros. Inventarán mucho, pero nada mejor que la textura de un libro de papel