miércoles, 3 de diciembre de 2008

Agujero en el bolsillo

Llegan las navidades y con eso, el agujero del bolsillo. No se cómo lo hago, pero en estas fechas tan especiales es como si se descosiera una parte de mi cartera y el dinero desaparece, como por arte de magia. Son unas fiestas muy bonitas en las que hacemos muchos regalos, y para eso nos acordamos del novio/a, de mamá y papá, de mi hermana/o, de su pareja, de mi mejor amigo, de mi mejor amiga, del amigo invisible... Y en el buzón no hay más que revistas de juguettos o ToysRus, los cuales me parecen muy curiosos por que cada juguete viene acompañado de un cuadradito en blanco. ¿Sabían que eso es para que los niños marquen los juguetes que pedirán a los Reyes Magos o al gordito que pasa la noche del 24? Qué vergüenza, con lo caro que es hacer un regalo a un niño pequeño, ni siquiera se molestan en especificar que tienen que elegir sólo uno de esa inmensa cantidad de juguetes. Y los perfumes no dejan de invadir los anuncios de televisión. Lo que está claro es que las navidades son lo que son. Y ya acabo esta entrada por que tengo que elegir lo que me traerá el Olentzero, espero que no sea carbón.

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