martes, 16 de diciembre de 2008

Basta con grabarlo todo




¿Para qué asistir a clase a estas alturas, verdad? Teniendo unos magníficos aparatos, ya sean analógicos o digitales, llamados grabadoras...
Y es que últimamente se está poniendo en práctica un método un tanto inusual: dejar la grabadora a un compañero, quien se encarga de encenderla cuando el profesor comienza su discurso y apagarla cuando termina.

La gente ya no pierde el tiempo en ir a clase aún sabiendo que si quiere que le sirva de provecho semejante técnica tendrá que invertir tiempo a posteriori.
Eso sí, viene bien para pillar apuntes con los profesores que hablan atropelladamente. Bueno, así se puede pillar absolutamente todo.
Aunque no sé si es muy lógico. Ya que el tiempo, que es lo que escasea, lo acabas invirtiendo de todos modos.


Me pregunto si los discursos de los profesores tendrán copyright. O si les importaría mucho que, en vez de acudir, todos dejásemos nuestras grabadoras sobre la mesa. “Hola grabadoras, muchas gracias por haber venido a escucharme. Recordad, que eso lo sabéis hacer muy bien, que para la semana que viene tendréis que entregar la práctica número nueve. Cuidaos”.
Oye, algún día, podría venir muy bien.

1 comentario:

Bori dijo...

No tienen copyright (y menos Manu), pero si que están sujetos a la SGAE, en el sentido de que si tú grabas y distribuyes la clase del profesor estás cometiendo un delito contra la propiedad intelectual, lo mismo que descargar un disco, una película o un videojuego del eMule.

Yo no soy muy partidario de usar la grabadora, a menos que sea en la clase de dudas, que por experiencia propia sé que grabar eso ayuda mucho a posteriori

Un beso