martes, 16 de diciembre de 2008

¿Con o sin contrato? Da lo mismo

Resulta que en la misma semana dos amigas han sido estafadas por sus jefes. Ambas trabajan en hostelería pero sus casos no tienen nada que ver y a la vez son tan comunes que cualquiera conoce a alguien que haya pasado por lo mismo.
R. fue despedida de su trabajo en un restaurante, no tenía contrato por lo que se enteró de que no tenía trabajo al pasar las semanas sin que le sonara el teléfono. Fue entonces cuando encontró otro restaurante que necesitaba personal pero esta vez el jefe ni se molestó en llamarla para decirle que el puesto que le había prometido ya no era suyo.
M. sí que tenía contrato (de media jornada aunque trabajaba la jornada completa) pero se enteró de que había sido despedida cuando llamó a una compañera y le dijo que no aparecía en los cuadrantes de esa semana y que el jefe le había pedido que le comunicara que no era necesario que volviera.

Esto es formalidad y lo demás son tonterías.

Ahora son tus compañeras de trabajo las que se encargan de despedirte porque al jefe le da reparo enfrentarse, te ofrecen puestos de trabajo que no existen y pierdes tu tiempo esperando a que te llame esa persona con la que te has comprometido.
La palabra hace mucho tiempo que perdió su valor pero ahora ni los contratos impresos en papel son respetados.

Un saludo a todos esos jefes explotadores que tienen conciencia y les avergüenza dar la cara pero que carecen de valentía y respeto para afrontar sus acciones.

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