martes, 14 de octubre de 2008

¿QUE NO HAY SELLOS?

El pasado fin de semana se celebró en Bilbao el BUM (Bilbao Urban Musikaldia). Multitud de eventos y conciertos de hip hop y reggae tuvieron lugar en diferentes salas y locales.
El sábado era el gran día: actuación de Gentleman (además de otros muchos grupos y MC’s).
Nos dirigimos a la plaza de la Casilla, donde se celebraban los conciertos del sábado. Al llegar a taquilla, un amigo se percató de que le faltaban unos eurillos para comprar la entrada. No hubo problema; se los prestamos.
El chico de la taquilla contó el dinero; faltaban 3 céntimos (la entrada costaba 35 euros)
“No hay entrada”, le espetó a mi amigo. (Estas cosas pasan).
Mientras rogaba al taquillero, el resto de la cuadrilla rebuscamos en los bolsillos en busca de esa chatarrilla que solemos guardar para pagar el bus. Hubo suerte. Entramos.

Eso sí, salir, no se podía. Es decir, tú pagas, entras, pero si sales es definitivo, ya no puedes volver a entrar al evento. Lo curioso es que la norma no tenía justificación alguna. Le comentamos al chico de seguridad que el día anterior, en el Bilborock, nos sellaron en la mano y pudimos salir y entrar. Su contestación fue: “es que no hay sellos". Así de simple. Así de drástico. Encerrados cual rebaño de ovejas.

Genial. Cinco horas encerrados en el mismo recinto. Sin cenar (excepto los que cayeron en la persuasión de Telepizza, único lugar en que se podía adquirir “comida” en el interior del pabellón). Sin respirar.
Sin poder creerlo.

Estas acciones son cada vez más frecuentes, lo que no significa que sean aceptables.

Acompañamos en el sentimiento a todos aquellos que alguna vez han padecido esto.

1 comentario:

Bori dijo...

En una entrada ya os dije que el mundo está tomando una postura bastante derechona. Bienvenidas a los campos de concentración del siglo XXI, sólo que estos son voluntarios, con entretenimientos y de pago, pero en esencia es eso, un montón de gente apretujada en un tren, un recinto y gente ahí metida. Aquí se puede salir, pero no entrar, al revés que en el 39, al menos algo ha cambiado.

De lo malo malo, si lo pasasteis bien, eso es lo que importa. Y lo demás que se quedé en La Casilla.

Besillos primas.